será que mañana es fiesta y no toca madrugón...
He faltado a mis escritos, desde octubre y sin razón,
esperando un buen momento, que llenara el corazón.
Difícil es resumir, con gracia y sin decepción,
todo lo acontecido, sin mencionar ni un marrón.
Pero cualquiera que entienda cual es ya mi tradición,
sabrá que desde hace tiempo, evito la negación.
Se hace tarde, tengo sueño, llega ya la reflexión,
aprovechando el cobijo que me ofrece el apagón,
disfruto tranquilo y sólo, recostado en el sillón,
de mis series favoritas, vistas por televisión,
esas que me hacen pensar sobre el show y la canción,
y que distan muy de lejos de la triste Eurovisión.
Y es que me ha sido imposible asistir a la actuación,
del concierto del Pingüino que está de presentación.
Pues tengo a mi hermano lejos, buscando la solución,
a la cruda realidad de su dura profesión.
Dedico ahora estas líneas, ofreciendo mi opinión,
sobre un trabajo bien hecho con destreza y devoción.
Sin olvidar que seguro sufrirá mi corazón,
esperando ver cumplido el sueño de la afición.
Viendo ganar al Atleti y cantando el alirón,
será volver a la gloria, volver a ser campeón.
Más no queda aquí la cosa y no habrá relajación,
ya que el verdadero sueño y la gran satisfacción,
será alzarse con la copa, disfrutar con diversión,
eliminar de un plumazo, al equipo merengón.
Aprovecho y me despido con este verso simplón,
retando a todo el que quiera usar su imaginación.
