SOL-EDAD

Parece que ya han pasado las turbulencias y la vorágine de las elecciones municipales y ahora llega el momento real para la reflexión. Y digo esto pensando en lo sucedido en Sol, en la victoria del PP, en el aumento de UPyD, en la mayoría de Álvarez-Cascos y en la soledad de Rodriguez Zapatero… (entre otras tantas cosas), que deberían dar lugar a profundas reflexiones por parte de unos y de otros.

Después de que los altos magistrados decidieran dar luz verde a la candidatura de Bildu, una parte considerable de la sociedad vasco-navarra representada por cerca de 276.000 amigos, compañeros, vecinos, simpatizantes, cómplices (o como quieran denominarse), han dado alas a esta formación para que en muy poco tiempo ocupen cerca de 1.000 cargos públicos  y dirijan algunos ayuntamientos bajo la sombra de la sospecha de su vinculación al terrorismo.  

En un fin de semana convulso, lleno de expectativas, de deseos e inquietudes, unos se juegan el cargo y el coche oficial, mientras que otros  sólo se juegan el empleo. Y no lo digo sólo por la larga lista de desempleados que seguirán pasando Los lunes al sol (o en Sol, ya lo veremos) sino también por aquellos entrenadores y jugadores de fútbol que después de este fin de semana de emociones, alegrías, desilusiones, cálculos y transistores, van a tener que  arrimarse al sol que más caliente para poder seguir ejerciendo su profesión.

El Rayo sube, el Depor baja.

Zapatero y sus ministros que no rompen la baraja.

Elecciones que no llegan y otro año que se pasa.

Miles de manifestantes que reclaman incesantes,

que de una vez por todas se marchen ya los mangantes.

Muchos cambios, mucha ruina

y gente que se desespera viendo la que se avecina.

Con ayuda de Sabina y de sus buenas canciones,

no nos queda otro remedio que tomar más decisiones.

Si el pueblo lo está pidiendo y por todos es sabido,

no entiendo por qué no hay cambio si Nos sobran los motivos.

Quizá si alguien se alía y busca las soluciones,

la Calle Melancolía dejará las depresiones.

Sin llegar al despilfarro y asegurando pensiones,

que otros mozos nos gobiernen y que llenen los sillones,

con gente honrada y seria que no piense en los millones,

que tanto esfuerzo nos cuestan a todos los españoles.

Pero esto durará poco, pues en breve habrá aluviones,

de noticias futboleras de todas las divisiones,

que anuncien nuevos fichajes y esperadas dimisiones,

de aquellos que no han cumplido bien con sus obligaciones.

El Kun se quiere marchar, De Gea ya esta fichado,

eso dicen por el Twitter sin estar ni confirmado.

En breve más novedades sobre el mundo y los partidos,

que seguro que la Champions provoca muchos olvidos,

de lo sucedido el finde y de algunos que se han ido,

dejando a la gente en sol, acampada sin motivos

impidiendo a comerciantes recuperar lo perdido

después de querer ganar y no haberlo conseguido.

EMOCIÓN

Todavía recuerdo aquella clase de Filosofía de 3º de BUP en la que D. Javier nos explicaba las diferencias entre emoción, pasión y sentimiento. Decía que era algo así como “una vivencia muy intensa que duraba un breve espacio de tiempo”, aunque la R.A.E la define como “Alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática”.

El caso es que, autodefiniéndome como un tipo sensible, la EMOCIÓN me acompaña en muchos y muy diversos momentos de mi día a día.

Supongo que muchos de vosotros no os emocionaríais viendo de nuevo los 26 capítulos de “La vuelta al mundo de Willy Fog” (yo no he llegado a emocionarme), pero si lo hacéis en compañía de vuestro hijo y al terminar le escucháis canturrear la banda sonora, es probable que algún que otro pelo se os pueda poner de punta.

Algo similar sintió mi hermano Juan en Londres al constatar el profundo pesar que sintió el mundo anglosajón por el reciente fallecimiento de nuestro Gran Severiano Ballesteros que tanto hizo por el Golf y por España, difundiendo su conocimiento por todo el planeta.

Pero más próximos en el tiempo, tenemos muy latentes las emociones vividas por el terremoto de Lorca, que vino sin avisar y que ha dejado maltrecha la vida de muchas personas.

Las emociones se derivan por experiencias positivas o negativas y cualquiera que sea medianamente sensible, humedecerá sus ojos sin haberlo pretendido previamente. Así le sucedió al Maestro José Antonio Valcárcel el pasado sábado durante el Seminario de Bujutsu cuando arropado por todos los amigos y familiares que le apreciamos, recibió de manos de Ángel Giménez Bravo una placa conmemorativa de parte de la Federación Madrileña de Lucha en reconocimiento a su trabajo, a su esfuerzo y su trayectoria marcial desempeñada desde hace muchos años con especial dedicación, haciendo que propios y extraños valoremos de forma muy positiva su incesante esfuerzo por promulgar el estudio y la práctica de las artes marciales y en concreto el BUJUTSU.

Pero el fin de semana dio para mucho más…

El domingo volví a emocionarme en compañía de los míos, viendo la maravillosa interpretación que hizo Tom Hanks sobre la enternecedora vida de Forrest Gump, gracias a que la lluvia retrasó la nueva victoria de Djokovic sobre nuestro querido Rafa. Algunos llegaron al éxtasis al mantener viva la esperanza de alcanzar sus objetivos para jugarse el todo por el todo en la última jornada de Liga, y otros tantos bebieron en compañía de un San Isidro que este año vino acompañado de una campaña electoral y una “minirevolución popular” que reclama una nueva forma de democracia.

Emotivos y emocionantes son los momentos que más recordamos en nuestra memoria…

A mis 34, con mis mensajes atípicos, con mis amigos de siempre, con mi emoción e ilusión, es digno de admiración encontrar un espacio entre el sitio de mi recreo, para lograr la satisfacción…

ILUSIÓN y 4.40

No pretendo dar la noticia del Nuevo grupo de Juan Luis Guerra. Hoy sólo quiero hablar de la ILUSIÓN.

A lo largo de la vida son muchas las cosas que nos van ilusionando y, en mi caso, muchas de ellas se han ido convirtiendo en realidad.

Un día como hoy, hace 4 años, tomaba una de las decisiones más importantes de mi vida envuelto en la ilusión y el enamoramiento, convencido de que hacía lo correcto y con la certeza de que aquello sería para toda la vida.

En pocos días, se cumple el 40 aniversario de mis padres que siguen unidos día a día compartiendo sus vidas con la misma ilusión. A ellos, a su ilusión, amor, cariño y ternura les debo mi vida, y sólo espero que mis 4 se conviertan en 40 al menos con la mitad de felicidad que ellos han disfrutado.

Y hablando de ilusión, no sabéis la ilusión que me hace saber que este viernes me será concedida la insignia de plata del Club Atlético de Madrid por llevar 25 años como socio.

Son muchas las emociones que se viven siendo parte integrante de un club que aspira a lo más alto contando con muy poquito, que se nutre de las ilusiones de todos aquellos que sienten en su corazones ese "algo especial" que nos hace diferentes. En muchas ocasiones yo digo que ser del Atleti te imprime carácter y te hace ser distinto a muchos otros.

Solemos mantener viva nuestra ilusión y nuestra esperanza a pesar de que nos persiga el lamento de "jugamos como nunca y perdimos como siempre" y creo que esa ilusión y esperanza la compartieron muchos madridistas durante la jornada de ayer sin saber que se enfrentaban a un gran Barcelona que, como dice mi amigo José Luis Burgos, contaba con un 4-3-3-3.

Pero en fin, aunque en el último mes lo ha parecido, no todo es fútbol...

En estos días pasados, son muchos los que se han alegrado por la muerte de Bin Laden pues su ilusión era "hacer justicia". Pero hoy por hoy, muchos más que esos muchos viven con miedo en el cuerpo pensando en la venganza de los extremistas, con la ilusión de que no les toque de cerca ningún posible acto terrorista que pueda romper sus vidas y terminar con sus ilusiones.

Yo prefiero mirar hacia el frente, poner la mirada en el horizonte pensando que de ilusión también se vive. Así lo hizo D´artacan cuando se fue a París para convertirse en Mosqueperro.

¿Y a que viene esto Pedro?

Pues a que durante esta Semana Santa, y gracias a mi amigo Fernando, he disfrutado con mi hijo de toda la serie al completo y a que mi hermano pequeño se ha marchado a Londres con la ilusión de poder vivir nuevas experiencias, aprender inglés y conseguir un empleo que se le resiste desde hace unos cuantos meses como le ocurre a los casi 5 millones de desempleados que a nuestro querido Gobierno le cuesta reconocer.

Por último, comentar que vivo con la ilusión de conocer al nuevo miembro de la familia Tamayo que si Dios quiere, estará con nosotros para el mes de diciembre.

PD: para relacionar pasado presente y futuro, deciros que la mano es la de mi mujer luciendo su anillo de pedida en lo alto del Empire State de New York, alli donde dicen que Bin Laden terminó con las ilusiones de muchos americanos.