Hace ya unos días que no escribo por aqui y es que, como se suele decir "ultimamente ando un poco liado".
Hoy quiero escribir sobre la suerte y, como viene siendo habitual, debo remontarme al pasado.
En general, pienso que soy un tio con suerte y eso se debe a una serie de circunstancias que marcan la vida desde que somos bien pequeños. Sin profundizar en exceso para no aburrir a nadie, me remonto a los años 70 cuando mi padre toma la decisión de vivir en el barrio de Chamberí renunciando a otras posibilidades laborales que quizá hubieran sido más fructiferas. Pensando en sus hijos y en la cercanía a su puesto de trabajo, se instala en un barrio que vive un proceso de ebullición con nuevas construcciones y nuevos desarrollos. Gracias a esa residencia, tengo la oportunidad de realizar mis estudios en el Colegio F.E.M junto a mis hermanos. Como actividad extraescolar, el colegio ofrece clases de Judo en un gimnasio próximo (Gimnasio KEN KYU KAI) pero al ser muchos hermanos, mis padres deciden optar por asociarnos al Canal de Isabel II donde, por una cuota más asequible, podias realizar diferentes actividades deportivas (instalaciones de la avenida de Islas Filipinas que en aquel momento estaban ocupadas mayoritariamente por los hijos de los empleados del Canal). A principios de los 80 comienzo con mis hermanos las clases de Judo, de natación, de tenis... y cuando desaparece la actividad de Judo, tengo mi primera toma de contacto con el Karate. De aquella época guardo muy buenos recuerdos (a pesar de trabajar Shito Ryu... jajaja es una broma!!!) y dos anécdotas muy curiosas. Por aquel entonces mi profesor era Elías Cerezo, alumno de Miguel Ángel López Castellanos, y aun recuerdo el día que nos dijo que había tenido un hijo. Pues bien, doce años más tarde, casualidades de la vida que muchos sabeis que me suceden muy a menudo, siendo entrenador de futbol sala de un grupo de chavales del Colegio Público Lepanto, me encuentro en un partido a Elías y me entero que su hijo Carlos es uno de mis chavales. La otra anécdota se remonta al año 1994 cuando, trabajando de RR.PP. en una conocida discoteca de Madrid, después de varios fines de semana de cruces de miradas desafiantes típicas de los 17 años, se me acerca un "tipo con coleta con pinta de chungo" y me pregunta ¿tu eres Pedro Tamayo?. Resultó ser mi amiguete de la infancia de las clases de Karate del Canal y hoy en día es mi buen amigo Nacho Cebrián que algunos conocereis.
Pues bien, volviendo al tema de la suerte y quizá por el destino, en septiembre del año 1992 decido retomar el Karate en el Gimnasio KEN KYU KAI después de haber estado unos cuantos años sin ponerme un karategui.
Probablemente esa ha sido una de las decisiones más importantes que han marcado mi vida. Tengo la suerte de poder entrenar con grandes amigos y buenos artistas marciales que además de la parte deportiva o filosófica, son grandes seres humanos que han compartido conmigo muchas horas de vuelo.
Gracias a estos compañeros he ido ampliando mi círculo de amistades y cada dia voy conociendo a más artistas marciales que casualmente, comparten valores similares a los mios.
Sin detenerme en todos los maestros que he tenido oportunidad de conocer (ya habrá tiempo para eso) hoy quiero expresar la GRAN SUERTE que he tenido al poder entrenar, escuchar y ENTREVISTAR al Maestro Patrick Mc Carthy que, para quienes no le conozcan, es la primera persona que tradujo el BUBISHI.
Estudiando el master aprendí la frase de "El mejor profeta del futuro, es el pasado" y durante mi entrevista de hoy, el Maestro me lo ha expresado de una forma muy similar.
Soy quien soy, pienso lo que pienso y hago lo que hago por haber tenido la inmensa suerte de haber nacido en este tiempo, en estas circunstancias y en esta familia. Doy gracias a todos aquellos que confían en mi y me muestran su personalidad pues, como decía aquella canción de Revolver "... sin vosotros no hay cantante ni canción".
Hay quien piensa que no tiene suerte, hay quien piensa que el destino está escrito... Yo creo que mucho de lo que nos sucede viene impuesto desde el pasado pero en nuestra mano está saber adaptarnos y buscar esa SUERTE.
Pronto os presentaré algunas pinceladas de lo que será la entrevista oficial del Maestro.
Buenas noches y... BUENA SUERTE!!!!
Hoy quiero escribir sobre la suerte y, como viene siendo habitual, debo remontarme al pasado.
En general, pienso que soy un tio con suerte y eso se debe a una serie de circunstancias que marcan la vida desde que somos bien pequeños. Sin profundizar en exceso para no aburrir a nadie, me remonto a los años 70 cuando mi padre toma la decisión de vivir en el barrio de Chamberí renunciando a otras posibilidades laborales que quizá hubieran sido más fructiferas. Pensando en sus hijos y en la cercanía a su puesto de trabajo, se instala en un barrio que vive un proceso de ebullición con nuevas construcciones y nuevos desarrollos. Gracias a esa residencia, tengo la oportunidad de realizar mis estudios en el Colegio F.E.M junto a mis hermanos. Como actividad extraescolar, el colegio ofrece clases de Judo en un gimnasio próximo (Gimnasio KEN KYU KAI) pero al ser muchos hermanos, mis padres deciden optar por asociarnos al Canal de Isabel II donde, por una cuota más asequible, podias realizar diferentes actividades deportivas (instalaciones de la avenida de Islas Filipinas que en aquel momento estaban ocupadas mayoritariamente por los hijos de los empleados del Canal). A principios de los 80 comienzo con mis hermanos las clases de Judo, de natación, de tenis... y cuando desaparece la actividad de Judo, tengo mi primera toma de contacto con el Karate. De aquella época guardo muy buenos recuerdos (a pesar de trabajar Shito Ryu... jajaja es una broma!!!) y dos anécdotas muy curiosas. Por aquel entonces mi profesor era Elías Cerezo, alumno de Miguel Ángel López Castellanos, y aun recuerdo el día que nos dijo que había tenido un hijo. Pues bien, doce años más tarde, casualidades de la vida que muchos sabeis que me suceden muy a menudo, siendo entrenador de futbol sala de un grupo de chavales del Colegio Público Lepanto, me encuentro en un partido a Elías y me entero que su hijo Carlos es uno de mis chavales. La otra anécdota se remonta al año 1994 cuando, trabajando de RR.PP. en una conocida discoteca de Madrid, después de varios fines de semana de cruces de miradas desafiantes típicas de los 17 años, se me acerca un "tipo con coleta con pinta de chungo" y me pregunta ¿tu eres Pedro Tamayo?. Resultó ser mi amiguete de la infancia de las clases de Karate del Canal y hoy en día es mi buen amigo Nacho Cebrián que algunos conocereis.
Pues bien, volviendo al tema de la suerte y quizá por el destino, en septiembre del año 1992 decido retomar el Karate en el Gimnasio KEN KYU KAI después de haber estado unos cuantos años sin ponerme un karategui.
Probablemente esa ha sido una de las decisiones más importantes que han marcado mi vida. Tengo la suerte de poder entrenar con grandes amigos y buenos artistas marciales que además de la parte deportiva o filosófica, son grandes seres humanos que han compartido conmigo muchas horas de vuelo.
Gracias a estos compañeros he ido ampliando mi círculo de amistades y cada dia voy conociendo a más artistas marciales que casualmente, comparten valores similares a los mios.
Sin detenerme en todos los maestros que he tenido oportunidad de conocer (ya habrá tiempo para eso) hoy quiero expresar la GRAN SUERTE que he tenido al poder entrenar, escuchar y ENTREVISTAR al Maestro Patrick Mc Carthy que, para quienes no le conozcan, es la primera persona que tradujo el BUBISHI.
Estudiando el master aprendí la frase de "El mejor profeta del futuro, es el pasado" y durante mi entrevista de hoy, el Maestro me lo ha expresado de una forma muy similar.
Soy quien soy, pienso lo que pienso y hago lo que hago por haber tenido la inmensa suerte de haber nacido en este tiempo, en estas circunstancias y en esta familia. Doy gracias a todos aquellos que confían en mi y me muestran su personalidad pues, como decía aquella canción de Revolver "... sin vosotros no hay cantante ni canción".
Hay quien piensa que no tiene suerte, hay quien piensa que el destino está escrito... Yo creo que mucho de lo que nos sucede viene impuesto desde el pasado pero en nuestra mano está saber adaptarnos y buscar esa SUERTE.
Pronto os presentaré algunas pinceladas de lo que será la entrevista oficial del Maestro.
Buenas noches y... BUENA SUERTE!!!!
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