Hace meses que no escribo
y será que no he podido,
decir todo lo que siento
y expresar más de un lamento.
Han pasado muchas cosas,
se han marchitado las rosas,
hemos ganado en Europa,
y nos trajimos la copa.
Pero aquí dentro no hay tregua,
muchas quejas, ¡¡mucha mierda!!,
con la crisis galopante (que nos vuelve a la caverna),
que no supieron ver otros, pero se veía a la legua.
Empezamos con la corte,
con los gastos del "consorte",
que corrió raudo a Barajas,
para marcharse de najas.
Desde fuera preparó, su estrategia y su defensa,
y después
vino al ducado, a demostrar su inocencia.
Mientras tanto su sobrino, que jugaba a cazador,
se
disparó sobre un pie y exclamó con gran dolor:
"¿Donde está el yayo querido, que no acompaña al
infante?"
Y su padre contestó en tono desafiante:
"Te dirán que está reunido con algún que otro
mangante,
en lugar de confesar que se fue con una amante.
Y si sigues
preguntando, como hicieron otros antes,
te dirán que está de viaje... que esta
cazando elefantes"
Luego llegó lo de Rato,
lo de Bankia y su gestión,
que por haberlo hecho mal, ya le han puesto
la inyección,
para ver si así se arregla (seguro que sin sanción),
y terminamos
"Salvados" si llega la intervención.
Pero en junio todo vale, pues llega la selección,
demostrando otra vez, que somos el campeón,
jugando sin delantero, creando gran
confusión,
resolviendo con astucia o sufriendo mogollón...
Sobretodo en los penalties, ante una gran Portugal,
después de que ante Croacia, se hubiera jugado mal.
aunque finalmente impuso, con criterio sin igual,
un gran
juego y gran despliegue, con victoria en la final.
Y volvimos a la tierra tras haber tocado el cielo,
sabiendo que ya son muchos los que lloran sin consuelo,
ante una situación
tensa y de cruda realidad,
que suma con cuentagotas días de felicidad.
Pues son muchos los que buscan por arriba y por abajo,
y
no pocos los que están, sin poder ir al trabajo.
Algunos ni se plantean lo que harán en el verano,
porque
tienen muy en cuenta los recortes de Mariano.
En especial los que dieron sus años de oposición,
pues se
quedan sin la "extra" y comiéndose el marrón,
de dudosas actuaciones
decididas en las cortes,
que no hacen otra cosa, que añadirnos más recortes.
Y con esto me despido haciendo una reverencia,
sin
olvidarme mentar lo del fuego de Valencia,
deseando que entre todos pongamos
fin cuanto antes,
a esta mala situación generada por mangantes.
Espero no tardar tanto en escribir nuevamente,
aunque
siempre se agradece el calor de aquella gente,
que con sus palabras claras te
animan a ser valiente,
a enfrentarte ante el papel con la pluma y con la mente.
Si pasan más de dos meses sin dar señales vida,
quizá la
imaginación se encuentre muy comprimida.
O quizá me sienta absorto viendo como Florentino,
hace
olvidar con fichajes el Códice Calixtino
